jueves, 11 de mayo de 2017

"La canción del silencio", por Leara Martell.

La vida de Aída Lizaro era perfecta. Un amante esposo, una casa bonita, dinero y el estatus social necesario para ser alguien en la vida. Lo tenía todo a su alcance hasta que un día despierta desmemoriada y encerrada tras una pared de barrotes, con la única certeza de que ella no lo hizo, por mucho que las pruebas se empeñen en insinuar lo contrario.

Una prostituta, un enfermero y un niño serán los encargados de derribar y reconstruir la falsedad del matrimonio Delveccio. Tres testigos de una vida llena de abusos y mentiras, apariencias y dolor. Tres testimonios que se encargarán de abrir los ojos a la vergüenza y a la desesperación.

Su silencio era el arma favorita de Carlo Delveccio y eso le dio alas a Aída para volar. Amor, pasión, debilidad, sangre y una bonita canción de fondo hablando de muerte y liberación. Meses atrás, cuando la música no paraba de sonar.


Cuando un tema vuelve a la actualidad de forma recurrente y provoca un impacto fuerte en la sociedad, es inevitable que la literatura termine hablando de él. Quizá por eso,  la violencia de género se ha convertido en los últimos años en parte de la línea argumental de muchas novelas. Y reconozco que en lo que a mí respecta, no siempre me ha gustado la forma de abordarlo, sobre todo cuando el autor se entrega al drama o tira de cliché. Por eso hay que agradecerle a Leara Martell, sobre todo, su esfuerzo en dotar a una historia mil veces contada de una atrevida originalidad. Y hay que alabarle que, a pesar de los riesgos, salga victoriosa del lance.

Esta es mi obra. Mi debut. Mi regalo de muerte. Mi oda de amor.

Y es que “La canción del silencio” es un thriller concebido con alma de ópera. O al revés. Tanto monta, monta tanto. Dividida en cinco actos, más un prólogo y un epílogo, lo más llama la atención de entrada es la prosa de Leara Martell, barroca y excesiva, teatral. Cada acto será protagonizado por un personaje: Aída, Violeta, Bruno y Canio, cada cual con su soliloquio, apenas interrumpido de cuando en cuando por una línea de diálogo. Nos adentramos, así, en lo más hondo de cada cual, en sus motivaciones, y vamos descubriendo en qué modo tomó parte cada uno en la muerte de Carlo Delveccio.

Reconozco que al principio me chocó un tanto el estilo y la forma de abordar la historia. Pero conforme me fui familiarizando con ella, me pareció más atrevida, más valiente y más coherente, de modo que la narración, los personajes y la misma trama se aunaban con acierto. Más aún, la autora nos va llevando hacia un acto final cuya revelación ya intuimos desde mucho antes sin que eso le reste un ápice de apoteosis a la caída del telón.

Tras el epílogo, además, nos encontramos con un bonus track que la autora nos regala en forma de tres relatos breves. “Cisne roto”, “Venganza ciega” y “El secreto está en la masa” nos muestran la otra cara de una autora que exhibe aquí un lenguaje mucho más llano y un tono totalmente distinto al de “La canción del silencio”, aunque se adivinan la misma imaginación y originalidad. 

No es muy común últimamente, o al menos así me ha ocurrido a mí, toparse con autores noveles que consigan atraparte de la forma que Martell lo hace aquí, mostrando una voz fresca y propia y haciendo gala de un imaginario que tiene mucho que contar.

16 comentarios:

  1. La leí hace mucho y me gusto. Creo que ese comienzo también me despisto u. Poco.

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  2. No conocía a la autora. Si cae en mis manos, no me importaría leerla.
    Besos

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  3. La verdad es que últimamente la violencia de género está presente en la literatura como en buena parte de la sociedad, desgraciadamente. Ojalá algún día desapareciera y no nos acordáramos de ella. A mí también me cuesta leer sobre el tema, pero es verdad que se agradece cuando lo hacen de manera diferente. Eso me pasó a mí con Te dejé ir de Clare Mackintosh. Me llamó la atención la manera en la que se desarrolló la trama.
    Me apunto esta a ver si puedo encontrarle un hueco.
    Muchas gracias por acercarnos la novela.
    Besos

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  4. La verdad es que por tu reseña parece interesante, pero ya no puedo más... lo dejaré pasar a no ser que se me cruce en el camino.
    Un besazo

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  5. No me atrae demasiado esta vez, lo dejaré pasar.
    Un beso ;)

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  6. La temática es interesante, por la desgraciada actualidad que cada dos por tres nos informan que se ha cometido un nuevo caso de violencia de género. Pero no me convence el estilo narrativo. Besos.

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  7. Esta vez no me animo, no termina de llamarme mucho, y tengo mucho por casa ya...
    besos

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  8. Creo que lo tengo en el Kindle y desde hace un montón, pero con tanto por leer no le ha llegado el turno aún
    Besos

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  9. No me lo llevo esta vez, no acaba de atraerme.
    Un beso

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  10. Pues me llevo tu recomendación para cuando esté más libre, además no lo conocía.
    Un beso

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  11. No lo conocía y podría gustarme. Si se cruza en mi camino me animaré.
    Besos.

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  12. Este creo que lo dejo pasar, no es muy de mi estilo.
    Veo que estás leyendo el de Joe Hill. A ver qué te parece, estaré pendiente. Yo de él solo leí "Cuernos" y me gustó mucho.

    Un beso ;)

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  13. Has conseguido captar mi atención. El libro, por la portada y el título, no me llamaban nada la atención. Voy a buscarlo en Amazon.

    Besos!

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  14. No conocía este libro. Y pinta bastante bien por lo que cuentas. Si se cruza en mi camino, caerá seguro.
    Besotes!!!

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  15. Pues lo que comentas me atrae y me tira para atrás a partes iguales... si me cae en las manos lo leo seguro pero mientras tanto lo dejo en la reserva. Pero tienes razón, hay autores noveles que tienen mucho que contar y además con una voz muy personal, que con el exceso de publicaciones que hay en la actualidad no es tan fácil como parece.

    ¡Besote!

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  16. Estoy de acuerdo con tu introducción. Levo una racha de lecturas con topicazos sobre la igualdad de género que más que alegrarme lo que hacen es que me cabrean aún más. Me apunto tu recomendación. Me resulta original el planteamiento.

    Bs.

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