En el tren nocturno a Sighisoara, Laura y Daniel conocen a Ion y Alina. En ese momento, su idílico viaje por Europa se trunca y acaban siendo expulsados del tren en una estación abandonada en medio de los bosques de Rumanía. Es sólo el comienzo de la noche más larga de sus vidas. Una vez de vuelta en Londres, Laura y Daniel juran no contarle a nadie lo ocurrido. Pero a pesar de intentar retomar sus vidas, la pesadilla les persigue.
No soy muy dada a reproducir aquí las sinopsis de los libros que voy leyendo pero, en este caso, necesitaba hacerlo porque fue la razón por la que me lancé a leer esta novela, sin ningún tipo de referencia previa. Y es que no me digáis que no es tentadora.
No soy muy dada a reproducir aquí las sinopsis de los libros que voy leyendo pero, en este caso, necesitaba hacerlo porque fue la razón por la que me lancé a leer esta novela, sin ningún tipo de referencia previa. Y es que no me digáis que no es tentadora.
Mark Edwards marca un ritmo brutal desde el principio, y no
baja un poco hasta rebasada la primera mitad de la novela, cuando se
empieza a intuir qué está pasando. Hasta ese momento, todo son preguntas,
conjeturas, giros y muchísima tensión.
Aunque estamos ante un thriller de manual, la novela se
permite coquetear, en algunos instantes, con el género de terror. Y yo, a pesar
de que no soy nueva en estos menesteres, he pasado algún ratito realmente malo,
de ésos de ver sombras por el rabillo del ojo y encender todas las luces de la
casa para ir a por un vaso de agua a la cocina.
Quizá haya disfrutado tanto de ella porque no tenía ninguna
expectativa y porque se lee sin que uno se dé cuenta. La estructura de la
novela, armada en capítulos cortos, y la sencilla prosa del autor, sumado a la
intriga que te posee, hace que se devore.
A pesar de ello, soy consciente de que el autor deja caer,
con más frecuencia de la que sería deseable, ciertos clichés que ya hemos visto
mil veces, y que abusa un poquito de los giros y las sorpresas, de modo que al
final uno acaba un poquito mareada de tanto dar vueltas.
Pero la novela funciona, es adictiva, los personajes son lo
suficientemente sólidos y la ambientación está cuidada y es efectiva, aún sin ser novedosa. Y su principal arma, la trama, es lo bastante
compleja como para que no puedas adivinar, por mucho que lo intentes, qué pasó
aquella noche en el bosque...