Ése es el punto de partida de "Vuelven", de Jason Mott, y el mejor resumen de su novela. "Vuelven" es eso. Una pregunta al aire, que cada uno habrá de responder. A algunos les parecerá una novela aburrida, reiterativa; a otros, decepcionante; a unos pocos les entusiasmará.
Sería un error acercarse a "Vuelven" esperando encontrar la típica historia de muertos que vuelven desde la tumba. Aquí no encontraréis a Rick Grimes con su sombrero y su escopeta luchando a brazo partido contra una horda de caminantes hambrientos. Es una novela casi carente de acción, de tono pausado. Los regresados recorren el camino inverso de vuelta a sus hogares, y lo hacen tal como se marcharon, con el mismo aspecto, con la misma personalidad. Si acaso algo más insomnes y voraces.
"Vuelven" es una novela intimista, reflexiva. Es un "¿qué harías tú?" constante. Y una respuesta más compleja de la que cabría esperar en un principio.
La vida de Harold y Lucille da un vuelco cuando su hijo Jacob vuelve a casa de la mano del agente del gobierno Martin Bellamy. Ellos, ahora ya convertidos en ancianos, se verán obligados a enfrentarse a la cuestión más difícil de sus vidas. ¿Quieren quedarse con él? A partir de aquí, asistimos a un viaje al interior del alma humana, las dudas, los miedos, ocasionalmente referidos al origen, al por qué de esa vuelta; pero enfocados, sobre todo, a la propia capacidad para volver a ser padres, para volver a querer a alguien que ya no debería estar aquí.
La narración de su historia se ve interrumpida, ocasionalmente, por pequeñas pinceladas, capítulos cortos, acerca de cómo están siendo las cosas para otros Regresados. No se profundiza en ellos, en sus caracteres ni sus circunstancias. Son simples esbozos que sirven para dibujar con trazo definido una sociedad convulsa, violada en sus leyes más elementales.
A lo largo de la novela asistiremos a todas las opciones ante la pregunta que el autor nos plantea. Los que acogen a sus Regresados con los brazos abiertos, los que reniegan de ellos, los que les reciben con miedo, horror, ira; los que lloran a los que no aparecen.
Encontraréis en "Vuelven" muchas más preguntas que respuestas, no hallaréis la compulsión de volver a coger el libro para ver qué pasa después. Pero sí hay una trama que crece despacio hasta llegar a un final que a mi, personalmente, me ha parecido muy acertado, pero que sé que ha disgustado a muchos lectores. Cuestión de perspectiva.
La novela ha dado también una serie, "Resurrection", estrenada recientemente en USA y que ya se promociona en España, y que ha sido recibida con críticas no demasiado entusiastas. Aquí la veremos en Telecinco, que la anuncia hace ya días aunque aún no tiene fecha de estreno.
Lo que no termino de entender es esta prisa por crear la adaptación, cuando hace escasamente año y medio pudimos disfrutar de esa joyita francesa que se llama "Les Revenants", y en la que Jason Mott ha encontrado, como poco, "inspiración". Aquí, como en la novela (sólo que en este caso, la producción de Canal+ es anterior), los muertos vuelven años después, con el mismo aspecto que se marcharon (también con más hambre y menos sueño, tal como ocurre en "Vuelven"). Una de las atmósferas más lóbregas y sobrecogedoras que me he encontrado en una serie, con un reparto coral absolutamente fabuloso y ocho capítulos imprescindibles.
Nunca he sido amiga de puntuar libros. Ni siquiera bajo mi sesgado modo de ver la cosas. Cada libro tiene tantas lecturas como lectores. Pero en el caso de "Vuelven" es que ni siquiera sería capaz de hacerlo. He disfrutado con ella a ratos, en general me ha gustado el tono y me ha gustado mucho ése final. Pero es que a mi me gustó el final de Lost. No os digo más.