Os traigo hoy una novela tan peculiar como su personaje
protagonista, una historia de detectives que conjuga con acierto lo clásico y
lo actual, y en la que su autor, Santiago Álvarez, combina un montón de
elementos de aquí y allá dando lugar a una novela divertida, intrincada y muy
equilibrada, cosa a priori más que complicada viendo la cantidad de elementos
con los que se atreve a jugar.
Y es que Mejías, detective de gabardina y corrosivo sentido
del humor, no era un personaje nada fácil. Pero es difícil no sucumbir a su
agilidad mental, su atrevimiento y su mala idea, a sus sueños narrados a ritmo
de guión cinematográficos, con sus planos, sus travellings, sus ocasionales
fundidos a negro. El cine clásico, el de Bogart y compañía, son el universo en
el que Mejías se ampara para huir de este mundo podrido. Pero actúa también
como una especie de leiv motiv, una forma de vivir y afrontar la realidad. Porque
los héroes del celuloide nunca mueren, y eso aún convierte a nuestro intrépido
detective en un ser más arriesgado, más majadero, insufrible incluso si no
fuera por ése sentido del humor, ágil, ácido e incontenible. Mejías es
el alma de este historia, ya lo veis.
Sin perder de vista a este eje en forma de personaje, la
trama de la novela se arma en torno a la búsqueda de un tesoro perdido y, sobre
todo, trae al frente algunos de los temas de mayor actualidad: desahucios,
corrupción, política… No es de risa precisamente el retrato que se hace de la
ciudad de Valencia. Quizá aquí cualquier parecido con la realidad no sea
coincidencia. Porque Santiago Álvarez dibuja las dos caras de una misma moneda,
la luminosa Valencia de las Fallas y la pólvora, del Miguelete y la Ciudad de
las Artes y las Ciencias. Y en el reverso, una ciudad gobernada por una
amalgama informe compuesta por banqueros, empresarios y políticos sin
escrúpulos.
“El jardín de cartón” es una solvente novela de detectives,
con una trama lo bastante compleja para sostenerse por sí sola, pero que no
dejaría tan buena sensación final de no ser por sus personajes, que son
realmente el alma de la historia: Mejías, Berta, los Fuster, Eva y Julia Ferrer…
Unos entrañables, otros repugnantes, sórdidos, pero todos ellos con el carácter
y la fuerza suficiente como para quedarse un largo tiempo en la memoria del
lector.
Pues ya ayer me tentó Inés de La huella de los libros. Si se cruza no dudo que lo leeré.
ResponderEliminarUn beso ;)
Tampoco me cansaré de recomendar esta novela y su peculiar protagonista, el Bogart del Mediterráneo. Besos
ResponderEliminarMe alegro que te haya gustado.Vente a visitarme y te enseñaré todos esos rincones por los que se mueven Mejías y Berta.
ResponderEliminarBesos
No he leído nada del autor y la reseña de Inés de esta misma novela ya me hizo tomar nota, cosa que tú me confirmas.
ResponderEliminarBesos
Ya he visto en varias reseñas que esta novela está gustando bastante, pero sigue sin atraerme como para ponerme con ella pronto. La dejo pasar por ahora.
ResponderEliminar¡Besos!
Parece una lectura interesante y aunque he leído del género me temo que no es algo habitual en mí.
ResponderEliminarBesos =)
A mi también me ha gustado mucho tanto la novela como sus peculiares personajes. Sin duda, Mejías es un crack
ResponderEliminarYo la reseñaré el martes, al límite del mes temático jajaja
Besos
Estoy viendo estos días muy buenas opiniones de este libro. Así que me lo subrayo, que ya lo tenía apuntado.
ResponderEliminarBesotes!!!
Ya me había convencido Inés, así que la tuya se suma para darle fuerza
ResponderEliminarBesos
Otra reseña que leo de la novela y más ganas me entran de leer la novela :)
ResponderEliminarA mí no me llama mucho. Aunque por lo que veo está bien.
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