“Todo este tiempo ido, que las palabras no harán volver jamás, y
también los rostros, las sonrisas, las heridas… Pero aún así debo intentar
decirlo. Tengo que abrir el misterio con bisturí, como si fuera un vientre, y
hundir en él las dos manos, aunque nada cambie nada de nada.”
Mi deuda con Philippe Claudel viene de lejos. Hace ya unos años que llegó a
mis manos un ejemplar de su novela “La nieta del señor Linh”, que empecé en su
momento y con la que sin embargo no llegué a avanzar. No sé si fui yo, si fue
el instante, pero se me quedó la espinita clavada, pues era una de ésas
historias en las que uno ha puesto sus expectativas de una forma especial.
Desde entonces, me he ido encontrando con Claudel de cuando en cuando, en
librerías, bibliotecas, prensa, y siempre le he sentido como una asignatura
pendiente. Hasta que casi sin darme cuenta, salí de la biblioteca con un
ejemplar de “Almas grises”. Ya hemos saldado nuestra cuenta pendiente, y de qué
manera.
En Diciembre de 1917, con la I Guerra Mundial sonando de
fondo, el cuerpo sin vida de una hermosa niña aparece flotando en el canal en
un pequeño pueblo del norte de Francia. A la escena del crimen acuden un
policía, un juez instructor y un militar. En este mundo provinciano, el
asesinato de la pequeña Belle suscita innumerables sospechas, despierta viejos
rencores y sacude un orden social que se tambalea.
“Almas grises” en el relato, veinte años después del
asesinato de la niña, del policía a cargo del caso. Un narrador que no se
limitará a contarnos qué ocurrió, a quien señalaron los indicios o qué cree él
que ocurrió en realidad, sino que nos invita a un recorrido por los diferentes
rostros de la condición humana. Un recorrido en el que los rostros de los
inocentes y los verdugos se mezclan y cambian de lugar, dejando al descubierto
el hecho de que nadie es solamente una u otra cosa, sino que todos nos movemos
en una amplia escala de grises.
“Las cosas no son ni blancas ni negras, lo que reina es el gris. Los
hombres, sus almas…, pasa lo mismo. Tú eres un almas gris, rematadamente gris,
como todos nosotros…
- Eso no son más que palabras…
¿Y qué te han hecho las palabras”.
No hallaréis en esta novela de Philippe Claudel nada que la
asemeje a la novela negra o policíaca, a pesar de la sinopsis. La muerte de
Belle no es más que una excusa para que el autor haga desfilar a un cortejo de
almas en pena, una galería amplísima de personajes capaces de exhibir lo mejor
y lo peor del ser humano. Desde la figura del narrador hasta la de la niña cuyo
cuerpo flota a la orilla del río, pasando por el fiscal Destinat, que repartió
tanta muerte en forma de condena; la maestra Lysia Verhareine, cuya sonrisa
petrificaba el rostro de unos hombres para
los que la mera idea de la mujer se había convertido en un insulto demasiado
hermoso; todos ellos conforman sólo una excusa para hablar de lo bello y
las miserias con las que nos topamos día a día, aunque aquí ya no suenen
cañones de fondo.
La prosa de Claudel es tan hermosa que a mí me cuesta hablar
de ella, no me alcanzan las palabras para describirla. Es una de ésas formas de
escribir en las que uno quiere cobijarse, en las que carece de importancia lo
que nos está contando, da igual cuan profundo o relevante sea. Uno sólo quiere
quedarse embelesado en esa forma de narrar, que a veces es lírica hasta lo
doloroso y que puede volverse, sin embargo, repentinamente descarnada en la
línea siguiente.
“Puede que necesitara eso, una epopeya, para convencerme de que la
vida, en el fondo, tiene un sentido, de que (…) he hecho bien en posponer mi partida tantas
veces, apartando en el último momento el cañón de la carabina de Gachentard,
que me metía en la boca las mañanas en que me sentía vacío como un pozo seco.”
Madre mía no conocía la novela y me he prendado. Me lo llevo
ResponderEliminarLo leí hace tiempo y me gustó muchísimo.
ResponderEliminarUn beso
Leí la nieta del señor lihn el año pasado y me gustó muchísimo así que me lanzo de cabeza a por esta.,
ResponderEliminarUn beso!
Yo leí la de la nieta y me gusto mucho. Esta la tengo en la lista desde entonces.
ResponderEliminarTe voy a confesar que me da pereza. A mí no me convenció La nieta... y desde entonces pues lo que ocurre a veces, he vetado a este señor.
ResponderEliminarBesos
Pues a mi fue "La nieta del señor Linh" el libro que me hizo admirar a Claudel. Fue una lectura que me impactó bastante.
ResponderEliminarAsí que he seguido con el libro que comentas y con "El informe Brodeck", que también recomiendo.
Me gusta su forma de escribir, pues con muy poco dice mucho.
Un abrazo
Hola Mara,
ResponderEliminarVale... ya has conocido su pluma y te ha gustado... Pues ahora te aconsejo que cojas Al Sr. Lihn y te quites esa espinita clavada.... porque, de verdad, te va a encantar... Además, es cortito... te lo leerás en dos suspiros... ya verás, y mucho tiempo después aún te acordarás del anciano y de su nieta... ;)
Pues me gusta lo que cuentas. Me la llevo. Esas almas grises...me tientan.
ResponderEliminarBesos
Pues no puedo dejarla pasar y me la llevo! Me alegro mucho de que te hayas quitado la espinita, jeje
ResponderEliminarUn beso
Me gusta mucho lo que dices: lo de que no se centre en el crimen, sino en los personajes alrededor de él, y también lo del final inesperado. Parece una muy buena lectura.
ResponderEliminar¡Besos!
Qué reseña más bonita, dan ganas de salir corriendo a por el libro. Apuntadísimo queda porque además no he leído nada de Claudel y ya va siendo hora de poner remedio.
ResponderEliminar¡Besote!
Hola!
ResponderEliminarTenía anotada “La nieta del señor Linh” pero este pinta estupendo, además con tu reseña veo que nos has dejado a todos con ganas de leerlo ya!
Besitos
¡Hola! ^^
ResponderEliminarQué pena que "La nieta del señor Linh" no cumpliera tus expectativas, porque es un libro del que he visto muy buenas críticas. Sin embargo "Almas grises" no lo conocía de nada, pero viendo lo mucho que te ha gustado es más probable que empiece con este. Me gusta lo cuentas sobre él, y encima no es muy largo, así que todo ventajas.
Besos!
A mi La nieta del señor Linh me gustó y me emocionó mucho (y eso que me olía, desde primera hora, de qué iba todo). La historia me pareció entrañable, así que tomo nota de esta novela para leerla cuando pueda hacerme con ella. Besos
ResponderEliminarUff a mí es que eso del desfile de almas en pena... no sé... Pero teniendo en cuenta tu opinión no lo descarto.
ResponderEliminarBesos
Es un autor que tengo pendiente pues todos habláis maravillas de sus novelas
ResponderEliminarQue interesante!!! Tomo nota por si acaso!! Gracias por la reseña! Besos.
ResponderEliminarNo he leído al autor, así que me lo anoto.
ResponderEliminarUn beso ;)
Me encantó, es uno de mis autores favoritos. La ambientación de este libro es brutal =)
ResponderEliminarBesotes
Me fío mucho de ti, así que si me estreno con el autor lo haré con este. Quería hacerlo con La nieta, pero algunas opiniones en la línea de la tuya me desanimaron a hacerlo. Este puede ser una mejor opción
ResponderEliminarBesos
Vaya, me dejas con cierto sabor agridulce, porque me apetecía estrenarme con este autor (uno de mis grandes pendientes), con La nieta del señor Linh. No obstante, hablas tan bien de este libro, sobre todo de la prosa de este autor, que no puedo evitar preguntarme... ¿Será este el libro con el que deba estrenarme?
ResponderEliminarSea como sea, se viene conmigo bien apuntado.
Un beso ;)
La verdad que es una gran novela, aunque reconozco que no comparto el habitual entusiasmo desmedidod e la gente por ella.
ResponderEliminarBesos
Ummmm... quizás ahora sea el momento de intentarlo con "La nieta del señor Lihn" ¿no? Los dos libros que leí suyos (el de la nieta, más "Aromas") me encantaron y tengo ganas de volver con él. Quizás con este...
ResponderEliminarUn abrazo
Del autor leí la novela de La nieta... de la que hablas y no sé, me llegó pero no sé si me gustó. ES de esas novelas que te remueven pero no te acaban de gustar, no sé si me explico bien...
ResponderEliminarEste no sé si me voy a atrever, ya te diré