Jimena es una mujer
corriente. Puede que te la hayas cruzado en la panadería, o por la calle,
parapetada tras unas gafas de sol que sirven como escondrijo. Puede que en
algún día de lluvia te haya llamado la atención el paraguas rojo al que se
aferra como si fuese un salvavidas. Lo que hace diferente a Jimena es que ella
se ha atrevido a saltar, ha cogido impulso y ha cubierto, en un vuelo sin
motor, la distancia insalvable que la separa de la rutina, del día a día, de
los hijos que se hacen mayores y del marido que ahora ya sólo duerme a tu lado.
Jimena comienza una larga
carta a su madre en el aeropuerto, a punto de embarcar rumbo a Egipto. Y a
través de ésas letras, asistiremos a su pasado y al futuro que se abre ante
ella. La prosa de Antonia Corrales, evocadora, soñadora, mágica, crea un cordón
invisible que une a Jimena y al lector, dotando al relato de una intensísima
intimidad.
“En un rincón del alma”
cuenta una historia que es a ratos triste, descarnada, amarga; a ratos, mágica
y esperanzadora. Sobre ésa compleja dualidad, la trama camina en equilibrio,
sin derramarse hacia uno u otro lado.
Y por ahí camina también
Jimena, una protagonista construida para llevar sobre sus hombros el peso de la
novela: ella narra, predice, recuerda, reprocha. Ella es ésa alma complicada,
llena de rincones y recovecos, harta de esperar, de ser lo que es. Jimena es
real y es, a un tiempo, pura fantasía.
Reales son sus motivos para dar el salto
y huir: el hartazgo que produce la rutina, la soledad de una matriarca que vive
rodeada de gente que se mueve a su alrededor sin verla, el querer ser algo que
no es. Qué fantástica su lucha por leer “El rodaballo” de Gunter Grass, para
ser más culta, para ser más lista; como si leer a ciertos autores y denostar el
maquillaje y los tacones pudieran otorgarle un nuevo status de mujer realizada
y plena. Jimena nunca le contaría a nadie que “El rodaballo” se le hizo bola.
Prefiere llevarlo con ella, eternamente señalizado con un marcapáginas, para
que todos crean que ella es mucho más que la Jimena madre, esposa, amiga,
vecina y ama de casa.
Más allá de tanta
realidad, también hay un poco de magia en Jimena, un algo de fantasía en su
partida que dota a su historia de un aroma distinto. Paraguas rojos y bolsas de
tela para transportar presagios por medio mundo, de España a Egipto, en un
viaje que el lector concluye emocionado y agradecido.
Es un libro que tengo pendiente en la estantería desde hace bastante tiempo y eso que me apetece mucho leerlo
ResponderEliminarBesos
No me llama la atención
ResponderEliminarUn beso^^
Qué bonita reseña has hecho: ya casi me había olvidado del libro pero ahora lo vuelvo a tener en cuenta. 1beso!
ResponderEliminarDisfruté con este libro más de lo que esperaba.
ResponderEliminarBesotes!!!
Me compadezco de la protagonista. Huir para que se dén cuenta de que existes... Muy triste. Saludos
ResponderEliminarUNa reseña muy chula, tanto que me has llamado la atención con la historia de esta mujer. NO conocía el libro así que lo anoto. Chula también la portada :)
ResponderEliminarBs.
Lo quiero leer desde que probé con As de corazones que me gustó mucho.
ResponderEliminarAy Maria Jesus! Que bonita reseña! Me has convencido y me la llevo apuntada... Creo que me gustará mucho
ResponderEliminarMuchas gracias y un beso
Conociéndote tienes que buscar Epitafio de un asesino, también de Antonia Corrales. Estoy convencida de que te va a gustar. De esta novela... qué no se ha dicho ya. Es de esas que dejan huella.
ResponderEliminarBesos
No conocía este libro pero me ha llamado la atención. La apunto.
ResponderEliminarUn beso!
Qué buena reseña, Mara. Hace tiempo que quiero leer a Antonia Corrales, pero la tristeza que desprende esta historia me "acoquina" un poco. Bss
ResponderEliminarTengo ganas de estrenarme con esta escritora, ya que solo veo buenas opiniones sobre ella. Me la apunta y a ver cuándo le hago un sitio.
ResponderEliminarBesos!
A mí no me gustó y, además, tuve una pequeña polémica con la reseña que prefiero ni recordar.
ResponderEliminarBesos.
No lo conocía pero por ahora no creo que lo lea, gracias <3
ResponderEliminarUna de las novelas más bonitas que leído. Y esa realidad de Jimena, tan común en la vida de muchísimas mujeres de cierta edad, me llegó al alma. Siempre la recomiendo.
ResponderEliminarUn beso.
Gracias, Mara, por esta maravillosa reseña. Llena de sentimientos y cuidada hasta su última palabra. Gracias por alegrarme unos días un tanto tristes, llenos de lucha. Por recordarme que merece la pena escribir, que merece la pena seguir adelante. Gracias por hacerme sonreír cuando, sin que nos conozcamos de nada y sin que sepas mi situación actual, me hayas llenado de esperanza y alegría. Has conseguido evadirme, gracias!!!
ResponderEliminarPues me gusta mucho la portada del libro y tu reseña y los comentarios me han convencido, así es que me lo apunto :D
ResponderEliminarLos toques de magia y fantasia siempre me ponen un poco a la defensiva, porque a veces me "sacan" de las tramas. Parece que no es el caso y que la emoción se consigue hasta el punto de quedar agradecida, lo que dice mucho de esta lectura.
ResponderEliminarGracias y buen fin de semana!
Casi todas las reseñas que he leído son positivas, yo continúo teniendo pendiente a la autora
ResponderEliminarBesos
No he leído nafa de esta autor pero por lo que cuentas- me gusta mucho eso comentas de que el lector acaba el viaje agradecido- creo que debería darle una oportunidad al libro.
ResponderEliminarBesines,
Me gustó mucho, y As de corazones también. El que tengo pendiente es Epitafio de un asesino.
ResponderEliminarUna reseña muy bonita.
Un beso!