El último ramo de flores de mi marido se encuentra
en un jarrón en la mesa del salón: diez rosas rojas de tallo largo que todavía
no han empezado a inclinar la cabeza. ¿Tendría que esperar a que poco a poco se
marchiten, a que el color se desvanezca y se conviertan en unas pálidas rosas
muertas? ¿O quizá tendría que secarlas y guardarlas? ¿Acaso ya es demasiado
tarde y el instante ya se ha fugado?
En los últimos compases
del año, en ese instante de expectante inquietud, el universo de María, el
interior y el exterior, se hace añicos
sin previo aviso. Su marido, el ser amado, amante; el hombre que le regalaba
vestidos y rosas; el padre cariñoso y paciente, se marcha. Descorcha el champán
antes de anunciarle que se va con otro hombre y que ella será la última mujer
de su vida.
Un giro que María no vio
venir, y ante el que se encuentra absolutamente impotente. Porque ¿cómo lucha
uno contra algo así? ¿Con qué armas se le planta cara al destino y la madre
naturaleza?
En “La excepción”
acompañamos a María en su viaje interior, a través de una montaña rusa
emocional que rueda por los diferentes estados del alma humana, de la
incredulidad a la resignación, al miedo y la negación. Una novela dotada de una
hermosísima feminidad, sin excesos ni dramas, plagada de dolor y de un humor
avinagrado, tanto que escuece a ratos.
María no se entrega al
llanto ni despliega una sexualidad enfurecida después del abandono. María es
tan humana, está tan bien construida, que decide volver a pintar la casa y
tomar el té con su peculiar vecina, Perla, escritora en la sombra, terapeuta y
tragona en sus horas libres. Es tan real que no puede dejar de preguntarse cómo
será la vida de su marido dos calles más allá, y cuando será que él se dé
cuenta de que todo ha sido un error y vuelva al hogar.
Ava Audur sabe hallar la
soledad en los objetos cotidianos y el día a día, en el rostro de los hijos y
el postre que se quedó enfriando en la nevera, entre los sabores y olores que
ayer te pertenecían y que hoy se han evaporado. Sobre esos elementos construye con tremendo acierto a sus personajes.
Con una prosa dotada de una
notable carga poética que funciona mejor cuanto más sencilla es, barnizada con
una ironía gris que empasta de maravilla con el conjunto, “La excepción” se lee
con agrado y estremecimiento, con una agilidad impuesta por capítulos
brevísimos, que hacen que la novela se deshaga entre los dedos.
Una historia para leer
despacio, para saborear con un café o un té entre las manos. “La excepción” es
una novela con un regusto amargo, otoñal y sutil, que se lee en un suspiro.
Mara, me de has totalmente entregada con esta reseña. Quiero este libro y lo quiero ya !!!
ResponderEliminarBesos
Me gustó leerla pero también es cierto que es algo lenta. Para leer sin prisa.
ResponderEliminarLeí Rosa Cándida del autor y ya tengo este anotado, me apetece
ResponderEliminarNo tiene mala pinta, pero leí otro libro de la autora y no me gustó demasiado, así que creo que por ahora lo dejaré aparte. ¡Un beso!
ResponderEliminarAunque he leído alguna reseña que me hizo dudar, en verdad este libro espera pacientemente su turno. Que tenga sabor otoñal lo acerca considerablemente a lecturas muy lejanas. Y esa carga poética, sencilla e irónica a la vez es un puntazo en esa aproximación en mi lista.
ResponderEliminarGracias y besos!
Uf, la sinopsis es durilla, no sé si ahora mismo me apetecería enfrentarme con un tema así, pero si, en algún momento creo que querré conocer a María y a su coraje, así que me lo apunto para "más tarde". Un beso y gracias por la reseña!
ResponderEliminarTengo pendiente en la estantería el anterior por lo que probaré con ese antes ya que este me atrae menos, por lo que prefiero ir sobre seguro
ResponderEliminarBesos
¿He leído regusto otoñal? :) Con lo que me gusta a mi el otoño!
ResponderEliminarCreo que para uno de esos momentos en que apetece algo íntimo y esa calma en las lecturas, lejos de dinamismos y de thrillers, podría encajarme :)
Besotes!
No me llama mucho este libro...
ResponderEliminarUn beso :D
Tengo a esta escritora apuntada desde hace tiempo. Si encima esta es otoñal, me la pido :)
ResponderEliminarBesos!
Las novelas que se han editado en España de esta autora tienen muy buenas críticas y veo que sus historias dan argumentos para ello. Éste me llamaba menos que Rosa Cándida, pero va ganando puntos para ser leído en breve. 1beso!
ResponderEliminarQué preciosidad de novela... qué buena pinta. La busco y te cuento¡¡ gracias¡¡¡
ResponderEliminarEsto parece un pedazo de novela. Creo que necesita un trozo de pastel para contrarestar un poco la amargura.
ResponderEliminarsaludos
Pues no he leído nada del autor pero me lo apunto ^^
ResponderEliminar<3
Aún tengo pendiente el anterior, pero ahora me has picado mucho con éste. A ver cuál cae antes.
ResponderEliminarBesotes!!!
Salgo súper convencida de querer leer este libro...
ResponderEliminarBesos
Aunque la leí en verano la disfruté muchísimo. Sí es verdad que es una historia para saborear.
ResponderEliminarUn beso.
He leído esta y la anterior, en este caso el final no me agradó demasiado pero la historia de María y su personaje sí, conecto mucho con la forma de narrar de la autora.
ResponderEliminarBesos
Me encanta lo que cuentas de esta novela, me parece ideal para una tarde fría y lluviosa de aquellas que te la pasas en el sofá con una manta, un café y un pedazo de libro como este. ¡Apuntadísimo este título!
ResponderEliminarLeí "Rosa candida" de esta misma autora y es un libro sobre el que tengo sentimientos encontrados. Me ha gustado muchísimo tu reseña y me lanzaría en picado sobre "La excepción" si no fuera por mi anterior experiencia con esta escritora. Dudosa estoy.
ResponderEliminarBesos!!
Sabor otoñal, leer sin prisa!!! Voy a tener q pensar seriamente en no apuntarme a todo, q luego no llego y me agobio...
ResponderEliminarEn serio tengo ganas de alho asi... Asi q me la apunto y muchas gracias
Besos
Pinta bien lo que nos cuentas. Tengo un libro de esta autora en mi estantería "La mujer es una isla". A ver si me estreno con ella :)
ResponderEliminarBs.