La Navidad ofrece muy poco a Eileen Dunlop, una chica modesta y
perturbada atrapada entre su papel de cuidadora de un padre alcohólico y su
empleo administrativo en Moorehead, un correccional de menores cargado de
horrores cotidianos. Eileen templa sus tristes días con fantasías perversas y
sueña con huir a una gran ciudad. Mientras tanto, llena sus noches con pequeños
hurtos en la tienda local, espiando a Randy, un ingenuo y musculoso guardia del
reformatorio, y limpiando los desastres que su padre deja en casa.
Cuando la brillante, guapa y alegre Rebecca Saint John hace su
aparición como nueva directora educativa de Moorehead, Eileen es incapaz de
resistirse a esa milagrosa e incipiente amistad. Pero en un giro digno de
Hitchcock, el cariño de Eileen por Rebecca la convierte en cómplice de un
crimen.
Encontré a Eileen cuando más la
necesita, sumida en una feroz apatía lectora, empezando y abandonando libros a
razón de dos al día, sin encontrar lo más mínimo a lo que agarrarme para querer
seguir leyendo. Y mira por donde, tuvo que llegar un personaje como ella, tan
detestable, tan peculiar, para capturar mi interés. De forma ligera al
principio, como una simple curiosidad, y a lo grande a partir de la primera
mitad de la novela. Gracias Eileen.
"Una mujer adulta es como un coyote: puede pasar con muy poco. Los
hombres son más como gatos caseros. Déjalos en paz durante mucho tiempo y
mueren de tristeza".
Iba con la lección aprendida, he
de confesar. Alrededor de la primera novela de Ottessa Moshfegh han pululado de
forma insistente los nombres de Hitchcock, Highsmith y Thompson. Como para no
inflarle a uno las expectativas. Lo chocante, en estos casos, es que no
decepcione, tan acostumbrados como estamos a fajas y recomendaciones
grandilocuentes. Pero lo primero que llama la atención de "Mi nombre era
Eileen" es esa atmósfera tan oscura, tan densa, que remite (DE VERDAD) a
los clásicos de la novela negra. En el pueblo sin nombre en que vive todo es
deprimente, sucio, árido. No se respira en ningún sitio ni una pizca de
calidez: desde el sótano en que Eileen se alivia las tripas hasta los helados
despachos de Moorehead, todo es lúgubre, triste y agobiante a más no poder.
Visto así, igual alguien se
pregunta qué anima a seguir leyendo una novela que se ubica justo en medio de
la más absoluta desolación. Pues Eileen. Ella es el enganche, ella es la trama,
ella es el alma de las casi trescientas páginas en las que vamos a acompañarla.
Un personaje que está en las antípodas de la heroína que cabe esperar. Eileen
es egoísta, es en ocasiones detestable, es apática, invisible. Pero también es
humana, asquerosamente real. Y tiene un sentido del humor bastante retorcido.
Tanto que en alguna ocasión me ha arrancado alguna sonrisa que yo misma me
habría reprobado. Ya sabéis que de ciertas cosas no debe uno reírse.
"Un corte en la vena, el coche que derrapa de madrugada en la
interestatal helada, un salto desde el puente de X-ville. o simplemente echar a
andar océano Atlántico adentro, si quería. Moría gente sin cesar. ¿Por qué no
iba a morir yo?"
Eileen es la mayor virtud de la novela, pero también se
convierte en su mayor lastre. Porque el personaje se hace tan grande que la
trama que Monshfegh ha creado para ella se queda un poquito corta. Capítulo a
capítulo, uno se va creando unas expectativas que no acaban de cumplirse hasta
ya muy avanzada la historia. No se trata de un discurrir lento de la narración,
eso no habría sido un problema, sino más bien de una falta de acción elemental,
una sensación inminente de que va a ocurrir algo que nunca llega. Sí lo hace ,
claro, pero que ciertos giros hagan acto de presencia tan tarde implica que el
ritmo de las tres primeras partes se vuelva demasiado irregular, con pequeños
bajones y cierta sensación de reiteración.
Además de Eileen, el otro anzuelo al que agarrarse viene de
la mano de la autora, que hace uso de una prosa que a mí me ha conquistado. Un
estilo muy visual que consigue que el
lector evoque las imágenes con total claridad (más aún aquellas que no quiere
ver), y que se alterna con algunos pasajes donde la prosa se vuelve casi
lírica, para segarla de cuajo más tarde retomando el primero. Como si el
carácter de Eileen, que narra su historia en primera persona, se plasmara a la
perfección en su forma de contarlo.
Me encanta tu reseña! Hija, qué bien te expresas leñe!! Casi he "visto" a Eileen en tus líneas y la verdad es que no se si salir corriendo directamente a buscar el libro, o a huir de él. Jajajajjaa. Me ha llamado la atención que este tipo de novela te haya sacado de la crisis lectora, porque yo para salir suelo recurrir a novelas lights y palomiteras. Pero esta tiene pinta de ser dura y profunda, así que.. somos totalmente diferente, y eso mola!! Jajajja.
ResponderEliminarCreo que esta vez voy a dejarlo pasar.
Un beso!!!
hola guapa... no sé, no consigo engancharme a ella... y eso que la reseña está muy bien, pero no empatizo con el personaje.
ResponderEliminarUn besazo
He visto buenas opiniones de la novela, pero no sé, no me acabo de animar...
ResponderEliminarBesos.
Ayyy no miro no miroooo, que será lectura la próxima semana.
ResponderEliminarBEsos.
Cuando una lectura te saca de esa insatisfacción lectora tan horrible es porque seguro merece la pena, a mí que tenga una protagonista potente ya me atrae mucho así que a pesar de esos pequeños peros del ritmo la leeré.
ResponderEliminarBesitos
Tiene buena pinta lo que comentas, le echaré un vistazo la próxima vez que me pase por la librería.
ResponderEliminarBesos
Pues no era un libro que me llamara la atención, pero ahora has conseguido picarme la curiosidad.
ResponderEliminarBesotes!!!
Me alegra que te haya sorprendido, yo por ahora no creo que me anime con él. Un besote :)
ResponderEliminarMe pareció interesante cuando la vi en novedades, pero la deje pasar, ahora después de leerte, me vuelve apetecer leerla.
ResponderEliminarBesos
Nada que ver con una novela feelgood. Eso sí, parece que el efecto si ha sido ese para ti. ¡Qué bien recuperar el gusanillo de querer saber que pasa en la siguiente página!
ResponderEliminarMe lo apunto, nunca se sabe si llegará su momento :). Un beso.
Siempre que veo este libro se me mete en la cabeza la canción Come on Eileen jajaja Bueno, a lo que iba, lo tengo en mi lista de pendientes desde hace un tiempo y me alegra mucho de que te haya gustado y te haya sacado de ese parón lector. A mí me gustan mucho las novelas que se centran y explotan todo lo que pueden al personaje principal así que espero leerlo pronto.
ResponderEliminar¡Un beso!
Lo leí este verano porque me correspondió en un sorteo organizado por la huella de los libros, me gustó mucho, me sorprendió y me engancho desde la primera página. Besinos.
ResponderEliminarHola guapaa
ResponderEliminarRecuerdo que cuando salió publicado este libro vi varias reseñas que me echaron un poco para atrás, pero con la tuya me he vuelto a animar ^^
Un besito
Lo quiero leer. Este es de los que no quiero que se me pasen. Un besote!
ResponderEliminarMe fascinó la historia. Como bien comentas, nada edulcorada. Estupenda reseña.
ResponderEliminarBesos.
jajaja, pero has salido de la crisis lectora o no?? Porque al menos crisis reseñadora no tienes eh??? Me encanta lo que cuentas y aunque solo fuera por verificar tus impresiones no me importaria nada leerla :)
ResponderEliminarBs.
Qué tentación, la verdad que estoy justo ahí en la mitad de la más pura indecisión, en una balanza está ella, este personaje que tan magníficamente me has vendido, en la otra esa reiteración y falta de acción durante más de la mitad del libro. En fin, lo tendré en cuenta.
ResponderEliminarUn beso ;)
Muchas veces son los personajes más canallas los que más te atrapan. A mi me pasa a veces, a pesar de tener libros sin leer no consigo agarrar uno y leer sin parar .
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