Próspero médico de
cabecera en Ámsterdam, Marc Schlosser ejerce su profesión con cierta dosis de
cinismo. Su nutrida clientela valora especialmente el tiempo que dedica a las
consultas, pero esta aparente generosidad esconde unas intenciones menos
nobles, que Marc disimula con habilidad. Cuando uno de sus pacientes, el famoso
actor Ralph Meier, lo invita a pasar unos días de verano junto a su familia,
Marc acepta pese a las reticencias de Caroline, su esposa, molesta por la
arrogante vulgaridad de Ralph y su actitud de seductor irresistible. Así, los
Schlosser y los Meier, con sus respectivos hijos adolescentes, compartirán con
un maduro director de Hollywood y su novia, cuarenta años más joven, una casa
con piscina a pocos kilómetros de una playa mediterránea. Los días transcurren
con apacible monotonía, entre comidas, paseos, largas conversaciones de
sobremesa, excesos con el alcohol y flirteos más o menos inocentes, hasta que
una noche se produce un grave incidente que interrumpirá las vacaciones y
cambiará para siempre la relación entre las dos familias.
Casa de verano con
piscina es una novela apasionante en la que nadie es del todo inocente, ni
siquiera quienes parecen más frágiles e inofensivos. Herman Koch logra que el
lector quede atrapado ante una incómoda encrucijada moral, que lo mantiene en
vilo hasta la última página.
A veces, ante lecturas como esta, uno se pregunta qué
extraños mecanismos tendrá nuestra psique para que acabemos disfrutando, tanto
como yo lo he hecho, de una historia como esta. Porque se le puede echar la
culpa a la brillante narrativa de Herman Koch, con la que he tenido el placer
de encontrarme por primera vez, o a la magnífica construcción de sus
personajes. Pero lo cierto es que la posición en que nos coloca debería ser
suficiente razón para cerrar el libro y huir en dirección contraria. Y sin
embargo uno se queda, y lo hace encantado, para ver hacia dónde nos lleva.
“Casa de verano con piscina” es un viaje hacia atrás que
iniciamos ya sabiendo que el protagonista, Marc Schlosser, está a punto de
enfrentarse al Tribunal Médico por una posible negligencia que originó la
muerte de su amigo, el afamado actor Ralph Meier. Y a partir de ahí, volvemos
al punto de partida, a su primer encuentro, y a esos días de verano que ambos,
junto a sus familias, van a compartir en la casa de verano de los Meier.
Los primeros compases, tras el descubrimiento inicial,
avanzan en un tono pausado, contando una historia en la que no pasa demasiado.
Koch se vale de la narración en primera persona, dando voz a su protagonista,
para desgranar con ironía el día a día de un médico hastiado, al que repugnan
los problemas y las carnes de sus pacientes. Hablando en plata, Marc Schlosser
es un cabrón de manual, un cínico. El autor neerlandés debe habérselo pasado en
grande poniendo en boca de su criatura argumentaciones que se pasan lo
políticamente correcto por el arco del triunfo. La cuestión es que capta tu
atención, te atrapa, y aún no ha pasado (casi) nada.
De hecho, la trama apenas avanza hasta mediada la novela,
cuando los invitados ya se acomodan en esa casa de verano con piscina, con un
enorme jardín en el que cada cual juega a su juego. Los padres ven a los hijos
con ojos de padres, igual que lo hacen sus hijos con ellos. Los hombres y las mujeres se miran como lo
que son, y surge el flirteo, la ocasión de experimentar algo diferente. Y nace
una tensión que me ha recordado, en ciertos momentos, a la magnífica novela de
Marcelo Luján, “Subsuelo”. Como en aquella, aquí ocurre poco en la superficie y
mucho bajo las convenciones sociales y las sonrisas falsas que alcanzamos a
ver.
Y de repente ocurre algo que nos pone, como promete la
sinopsis, ante una especie de dilema moral. Me choca que se insista en ello
cuando, realmente, toda la narración de Marc Schlosser está salpicada de ello.
Pero sí, ocurre algo que marca un antes y un después. Me ha gustado el
planteamiento, el modo y, sobre todo, la resolución. Koch es un valiente.
Creo que es obvio lo mucho que me ha gustado la novela,
aunque deba admitir que no es una lectura para todo momento y para todos los
lectores. La narrativa de Koch, y los juicios que pone en boca de sus
personajes, pueden resultar chocantes en ocasiones, pero merece la pena probar
de ambos y jugar a ponerse en la encrucijada que nos plantea.
Me encantó "La cena" y este lo tenía que leer para un club de lectura. Unos imprevistos me dejaron sin tiempo para su lectura y asistencia a la charla. Lo leeré y más por lo que cuentas sobre Subsuelo ;)
ResponderEliminarBesitos
No tiene mala pinta.
ResponderEliminarBesos
Los libros de Koch son para debate, porque los asuntos que plantea en sus historias no dejan indiferentes.
ResponderEliminarNo te pierdas "La cena"
Un abrazo
Hola Mara,
ResponderEliminarEs una de las propuestas para el club de lectura de este año, pero al final no lo leí y no fui a la reunión, aunque sí sabía que el libro llevaba implícito un dilema moral como el que nos podemos encontrar con El lector de Bernhard Schlink.
Y sí... a saber lo que nos impulsa a "disfrutar" o "querer saber mas" de según qué historias... el morbo y la curiosidad creo que son inherentes al ser humano!! ;)
Me alegro que la disfrutaras, pero como dices, creo que no es para mí en estos momentos. Quizá en un futuro :-)
ResponderEliminarBesos.
Me gusta lo que cuentas de la novela así es que me la llevo apuntada. Saludos :D
ResponderEliminarLa novela cuenta con una buena premisa y lo que cuentas me gusta, pero ahora mismo se que no disfrutaría de esta historia. Besos
ResponderEliminarPues este lo tenía en duda, pero al final lo dejé pasar... igual más adelante me animo con él, pues me han hablado muy bien del autor.
ResponderEliminarBesos!
No he leído nada de este autor y es que siempre sus novelas me plantean dudas pies no tengo claro si me gustarán o no. Tú tampoco me aclaras las dudas jajaja así que seguiré dándole vueltas.
ResponderEliminarBesos
No conocía esta novela, pero con lo que me cuentas no me importaría leerla, porque me llama bastante su sinopsis. Intentaré hacerle un hueco.
ResponderEliminar¡Besos!
Mi psique debe andar más o menos como la tuya porque esta novela, la segunda que leí de Koch, me dejó tal y como describes. En mi caso ya iba preparada porque previamente había leído La cena (que por cierto me gustó aún más y que te recomiendo sin ningún género de duda). No sé si sabrás que esta novela, junto con La cena, forma parte de una trilogía sobre las miserias de la burguesía europea, en España solo se han publicado dos... En fin, una novela fantástica en la que como es habitual en Koch pone al lector entre la espada y la pared con mil dilemas morales para los que por supuesto no da resolución alguna, no es lo suyo posicionarse en ninguna de sus novelas, eso nos lo deja a los atribulados lectores.
ResponderEliminarBesos.
Me has convencido por completo,me lo llevo!
ResponderEliminarUn beso
Pues pinta bien, me la llevo apuntada para un siglo de estos.
ResponderEliminarUn beso
No he leído nada de él aunque sí que me apetece, precisamente porque parece que su estilo radica en ponerte en un aprieto moral...Me parece super interesante lo que cuentas y muy diferente a lo que suelo leer. Anotado queda ;)
ResponderEliminarBesitos
No lo conocía pero lo pones tan bien que lo tendré en cuenta.
ResponderEliminarUn besazo
He leído La cena y me gustaron esas reflexiones que también parece haber en esta. Me la apunto para leer teniendo en cuenta lo que dices.
ResponderEliminarMe gustan estos libros que te plantean reflexiones, dilemas morales... Y no sé por qué aún no me he estrenado con este autor...
ResponderEliminarBesotes!!!
¡Hola! la verdad es que no lo conocía, pero por lo que acabo de leer, tampoco creo que sea una historia que llegue a disfrutar.
ResponderEliminarUn beso.
A mi también me encantó, pero es cierto que no vale para cualquier lugar ni momento ni lector, ya que pide hacer un ejercicio de reflexión lo que nos va contando y quedarse también con lo que insinúa entre líneas
ResponderEliminarBesos
Qué bien comentas eso de que deja al lector con ganasu de huir pero se queda. Por lo que dices no es una novela con moraleja ni pretende el autor dar lecciones. Interesante.
ResponderEliminarBesos y buen fin de semana
'La cena' me encantó así que me has convencido totalmente y me la llevo.
ResponderEliminarUn beso ;)
Hace tiempo que Manuela me recomendó al autor, y yo sigo esperando. No se si leeré antes La cena o este que nos traes. Tengo entendido que es un autor incómodo. Ya te contaré
ResponderEliminarBesos
Pues tomo nota, es un autor con el que quiero probar, pero no me he "atrevido". Un besote!
ResponderEliminarYo la leí para un club de lectura y a mi no me gustó, puede ser lo que tu dices, que no era el momento o igual no es para mi. Besinos.
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