Después de veinte años
una mujer vuelve a la Argentina, de donde partió escapando de una desgracia.
Pero la que regresa es otra: no luce igual, su voz es diferente. Ni siquiera
lleva el mismo nombre. ¿La reconocerán quienes la conocieron entonces? ¿La reconocerá
él?
Mary Lohan, Marilé
Lauría o María Elena Pujol -la que es, la que fue, la que había sido alguna
vez- vuelve al suburbio de Buenos Aires donde formó una familia y vivió hasta
que decidió huir. Aún no termina de entender por qué aceptó regresar al pasado
que se había propuesto olvidar para siempre. Pero a medida que lo comprenda,
entre encuentros esperados y revelaciones inesperadas, entenderá también que a
veces la vida no es ni destino ni casualidad: tal vez su regreso no sea otra
cosa que una suerte pequeña.
Una suerte, no sé de qué tamaño, fue encontrarme este título
en la biblioteca, abandonado por algún demente entre los ejemplares de una
colorida colección de clásicos firmados por autores americanos. Más desubicado
no podía estar el pobre. Así que lo recogí y, de inmediato, reconocí a una
autora y una novela de las que había oído hablar maravillas. Por supuesto, se
vino a casa y se coló entre las lecturas que tenía previstas. Quién soy yo para
ignorar al destino.
La protagonista, Mary Lohan, ha de volver a Buenos Aires, la
ciudad que abandonó veinte años atrás y en la que dejó a la persona más
importante de su vida. Entonces era María. Era la misma mujer que ahora, pero
en su versión anterior. Porque siempre, en todas las vidas, hay un instante, o
varios. Un punto de inflexión que lo pone todo patas arriba, y que ya no te
permite volver atrás y dejar todo como estaba. Mary Lohan, Marilé, María, una mujer que es tres mujeres a la vez dependiendo de su ubicación antes o después
del incidente.
Claudia Piñeiro se vale de una narración intimista, con
apenas diálogos, y da voz en primera persona a su protagonista
"La tercera persona aleja, protege en la distancia. La primera me
lleva al borde del abismo, me invita a saltar. La tercera me permite
esconderme, quedarme dos pasos más atrás, no mirar el vacío ni siquiera al
contarlo."
y nos permite ahondar en su psicología, ofreciéndonos las
tres caras de esa misma mujer, su necesidad de alejarse de la tragedia, en una
reacción tan acertada, tan válida, tan fallida, como lo habría sido cualquier
otra. La prosa de Piñeiro es una delicia, juguetea con el lenguaje con gusto y
mucho oficio. Y nos mantiene atrapados sin necesidad de giros ni grandes sorpresas,
aunque acierta al mantener ese misterio acerca del instante en el que la
tragedia y María se encuentran por primera vez.
Y a partir de ahí, la resiliencia. La capacidad de la
persona para seguir adelante a pesar de lo vivido. Pero ¿qué hay de los demás?
¿Qué pasa con los seres que orbitan alrededor de esa persona? ¿Hasta dónde
alcanza la onda expansiva? En la historia de María, tendremos que volver atrás
con ella para entender cómo su desgracia alcanzó a su entorno, lo que dejó tras
de sí cuando se marchó.
Como veis, estamos ante una novela honda, muy íntima, de
lectura sencilla pero compleja en lo emocional, y que me ha descubierto a una
autora a la que me encantará volver a leer.
Disfruté mucho esta novela. Fue la primera que leí de la autora y quedé encantada.
ResponderEliminarFue una de mis mejores lecturas de 2016,me alegra ver que tú también has disfrutado.
ResponderEliminarBesos
Pues aunque no tiene mala pinta, de momento la voy a dejar pasar, demasiado pendiente.
ResponderEliminarBesos
Ya me habló Carol iru_nesa maravillas de ella. A ti ya se ve lo que te ha calado y veo que es una novela cortita y de la que se puede contar pico, pero me la llevo a la lista de las lecturas especiales.
ResponderEliminarBesos
Lo leí este verano, una recomendación de Inés muy acertada porque me gustó mucho el personaje y la historia y llegué al final con el corazón en un puño. También quiero leer algo más de la autora.
ResponderEliminarUn beso
Esta lectura no es para mi, pero gracias por la reseña. Besos
ResponderEliminarHola guapa, pues la verdad es que este género no me llama mucho la atención. Lo dejo pasar.
ResponderEliminarUn besazo
Es de las mías ¿verdad? Me la llevo sin dudarlo.
ResponderEliminarBesos.
Con esta autora tengo mis más y mis menos, a veces me gusta mucho y otraotrasme hace pesada. Tenía pendiente suyo Las grietas de Jara pero me voy a llevar este también, me gusta que se meta en el alma de ese perosnaje y en cómo gestiona una situación complicada.
ResponderEliminarBesos
Si es una novela muy intensa, mejor la dejo para más adelante porque en estos momentos sería incapaz de disfrutarla plenamente. Besos
ResponderEliminarQué bonito encuentro con el libro, hay casualidades que no debemos dejar pasar ;)
ResponderEliminarMe apetece mucho estrenarme con esta autora y este título concreto es de los que más me atraen de ella.
Besitos
Pues no he leído nada de esta autora. Y con ganas me dejas ahora.
ResponderEliminarBesotes!!!
Ayyy qué chulo.
ResponderEliminarGracias a ese desalmado te quedaste con esta lectura tan bonita.
Besitos.
¡Qué buena pinta! Me gusta mucho cuando las historias vuelven al pasado, nos permiten conocer más de este presente. Parece muy fácil en las novelas, más aún en el cine, no tanto en la vida real. Besos.
ResponderEliminarYa la tenía apuntada, pero había caído en el olvido así que me encanta que me la vuelvas a traer a la memoria, se que la disfrutaría mucho...
ResponderEliminarBesos
Pues no he leído nada de la autora, pero lo cuentas de una manera que es difícil no apuntarla. Una reseña estupenda de verdad. Y sí, los actos dementes a veces acaban bien :))
ResponderEliminar¡Besote!
Tengo pendiente estrenarme con la autora, por reseña como la tuya.
ResponderEliminarUn beso ;)
Pues todavía no he leído nada de ella. A ver si me estyreno yo también. Un beso.
ResponderEliminar¡Hola, hola!
ResponderEliminarNo he leído nada de la autora y sería bueno comenzar con este libro ★
Gracias por la reseña,
Mil abrazos.
Si es que el destino tiene sus trampitas para que descubramos autores :-D
ResponderEliminarBesos.