“La investigación” se publicó originalmente en 1958, como
novela por entregas, y ahora vuelve a la primera fila gracias a la editorial
Impedimenta, que ha reeditado ya otras obras del autor Stanislaw Lem.
Gregory, teniente de Scotland Yard en el Londres de mediados
del siglo XX, deberá enfrentarse a un caso sin precedentes: la desaparición de
varios cadáveres en distintos lugares de la zona metropolitana. Lo que parece
una serie de sucesos anecdóticos, pronto se convierte en una investigación
complicada, turbia y alejada de todo lo que Gregory ha visto hasta ahora.
Si hay algo absolutamente fascinante en esta novela de
Stanislaw Lem es, sin duda, la ambientación. El autor nos sumerge en un Londres
oscuro, lleno de sombras, apenas iluminado por las luces de los escaparates y
los bares, lluvioso, cubierto por una niebla que confunde al protagonista y,
con él, al lector. Haciendo uso de un complejísimo juego de luces y sombras,
asistiremos al desarrollo de una investigación que parece tener lugar siempre
de noche, entre callejones y habitaciones mal iluminadas. Un juego que consigue
provocar un marcado desasosiego en el que lee.
La prosa del autor polaco resulta agradable y accesible, si
bien en los diálogos puede resultar algo artificiosa. El autor crear unos
personajes ciertamente singulares, con los que el lector encontrará difícil
identificarse. Sus movimientos, sus diálogos, contribuyen a la creación de ésa
atmósfera oscura y confusa, haciendo que todos nos resulten sospechosos, y
acrecentando más esa sensación de zozobra que uno no puede sacudirse de encima.
La investigación del teniente Gregory se convierte, en el
transcurso de la historia, en una mera excusa para intentar racionalizar lo
imposible. A través de la voz del doctor Sciss, el autor trata de encontrar
justificaciones a unos hechos inexplicables a través de ciencias objetivas,
valiéndose de la estadística y las matemáticas. Reconozco que estos pasajes me
resultaron densos e innecesariamente largos, con el añadido de que se producen,
por lo general, en el marco del diálogo, lo que provoca cierta sensación de
irrealidad.
Encontraremos a lo largo de la novela varios pasajes que son
accesorios a la propia investigación, momentos destinos a producir, de nuevo,
una intensa inquietud. Lo hacen con Gregory, y por ende, con el lector, que no
escapa de ningún modo a ésa intencionada atmósfera asfixiante. Son instantes
que no aportan nada a nivel argumental, pero que sí contribuyen a la
ambientación de algún modo.
gracia por tu reseña mara, pero no se yo si me animare... un besote!
ResponderEliminarUn libro demasiado raro, para mi!!!!, jejejej, pero siempre es un placer leerte
ResponderEliminarNo la conocía. Para mí Lem es EL autor de ciencia-ficción. No me daba cuenta de que había hecho incursiones en el género de la novela policíaca.
ResponderEliminarLa verdad no me termina de convencer del todo...
ResponderEliminarUn beso :D
ME parece una lectura diferente , y la forma del autor de narrar los sucesos me parece interesante ^^
ResponderEliminarGracias <3
Mira, este precisamente no lo he leído.
ResponderEliminarPero lo que comentas sobre los diálogos siempre me ha parecido bastante común en novelas clásicas. Y especialmente entre autores que se manejan bien en la descripción, a veces parece que cuando se trasladan al diálogo les cuesta convertirlo en algo sólido y creíble. Lovecraft (que me encanta) sin ir más lejos, creo que peca exactamente de lo mismo.
Un besín!
Me atrae el punto de la buena ambientación pero aún así no me llama tanto como para animarme con ella
ResponderEliminarBesos
¡Hola!
ResponderEliminarLa verdad es que no me llama mucho, a si que lo dejaré pasar...
Un beso y gracias por la reseña <3
No termina de tentarme, así que, por ahora, lo dejaré pasar.
ResponderEliminarBesotes!!!
Hola !
ResponderEliminarGracias por la reseña Mara, pero la verdad es que no me llama mucho.
Besos. Nos leemos.
Un Londres lluvioso, poco iluminado, grisáceo... es lo mejor para las historias de misterio y crímenes. Por lo que dices, es otro personaje más de la novela. Eso siempre me atrae, :-). Abrazos.
ResponderEliminarHe leído poco de Lem, pero eso poco me ha gustado y tu reseña me anima a pasarme por éste. Admás, siendo de Impedimenta, tiene que ser bueno por fuerza. Creo que me lo llevo, si no para ahora mismo, para algún momento próximo.
ResponderEliminarBesucos.
Me ha llamada la atención.
ResponderEliminarSaludos desde http://undiamasdelibros.blogspot.mx/
¡Hola! Aquí tienes nueva seguidora :)
ResponderEliminarA mí la verdad es que este libro no me llama, no me asemeja demasiado a lo que suelo leer. Un besote :)
No lo conocía, pero me ha llamado muchísimo la atención, me gusta el tema, y siendo la editorial que es, ya me tiene convencida :)
ResponderEliminarBesos!
Curiosa lectura, me llama la atención. ¡Apuntado queda! Besotes
ResponderEliminarNo soy muy de novela negra y lo único que me llama la atención de ésta es su ambientación. De todas formas tu reseña me ha gustado mucho.
ResponderEliminarBesos!!
Tu reseña me intriga mucho, Mara! Es un libro del que apenas sabía nada, aunque me han recomendado mucho al autor: a partir de ahora lo incluyo como posible lectura para conocer a Lem. 1beso!
ResponderEliminarTengo un problema con este libro: no sé si lo he leido o no :S Yo juraría que no, pero es que el argumento me suena muchísimo y lo que tú cuentas también... En cualquier caso quería leerme antes El hospital de la transfiguración y luego ya leer (o releer, que no lo sé) La investigación (lo sé, estoy fatal de lo mío) ;)
ResponderEliminarBesos
A mí me has convencido. Me lo llevo apuntadísimo.
ResponderEliminarBesos
Esta novela es un tipo de lectura que me gusta así que le daré un oportunidad. Me llama la atención lo de los claroscuros y lo de lectura extraña, eso me tienta más todavía.
ResponderEliminarUn beso.