viernes, 27 de enero de 2017

"El jardín de cartón", por Santiago Álvarez.

Os traigo hoy una novela tan peculiar como su personaje protagonista, una historia de detectives que conjuga con acierto lo clásico y lo actual, y en la que su autor, Santiago Álvarez, combina un montón de elementos de aquí y allá dando lugar a una novela divertida, intrincada y muy equilibrada, cosa a priori más que complicada viendo la cantidad de elementos con los que se atreve a jugar.

Y es que Mejías, detective de gabardina y corrosivo sentido del humor, no era un personaje nada fácil. Pero es difícil no sucumbir a su agilidad mental, su atrevimiento y su mala idea, a sus sueños narrados a ritmo de guión cinematográficos, con sus planos, sus travellings, sus ocasionales fundidos a negro. El cine clásico, el de Bogart y compañía, son el universo en el que Mejías se ampara para huir de este mundo podrido. Pero actúa también como una especie de leiv motiv, una forma de vivir y afrontar la realidad. Porque los héroes del celuloide nunca mueren, y eso aún convierte a nuestro intrépido detective en un ser más arriesgado, más majadero, insufrible incluso si no fuera por ése sentido del humor, ágil, ácido e incontenible. Mejías es el alma de este historia, ya lo veis.

Sin perder de vista a este eje en forma de personaje, la trama de la novela se arma en torno a la búsqueda de un tesoro perdido y, sobre todo, trae al frente algunos de los temas de mayor actualidad: desahucios, corrupción, política… No es de risa precisamente el retrato que se hace de la ciudad de Valencia. Quizá aquí cualquier parecido con la realidad no sea coincidencia. Porque Santiago Álvarez dibuja las dos caras de una misma moneda, la luminosa Valencia de las Fallas y la pólvora, del Miguelete y la Ciudad de las Artes y las Ciencias. Y en el reverso, una ciudad gobernada por una amalgama informe compuesta por banqueros, empresarios y políticos sin escrúpulos.

“El jardín de cartón” es una solvente novela de detectives, con una trama lo bastante compleja para sostenerse por sí sola, pero que no dejaría tan buena sensación final de no ser por sus personajes, que son realmente el alma de la historia: Mejías, Berta, los Fuster, Eva y Julia Ferrer… Unos entrañables, otros repugnantes, sórdidos, pero todos ellos con el carácter y la fuerza suficiente como para quedarse un largo tiempo en la memoria del lector.

11 comentarios:

  1. Pues ya ayer me tentó Inés de La huella de los libros. Si se cruza no dudo que lo leeré.
    Un beso ;)

    ResponderEliminar
  2. Tampoco me cansaré de recomendar esta novela y su peculiar protagonista, el Bogart del Mediterráneo. Besos

    ResponderEliminar
  3. Me alegro que te haya gustado.Vente a visitarme y te enseñaré todos esos rincones por los que se mueven Mejías y Berta.
    Besos

    ResponderEliminar
  4. No he leído nada del autor y la reseña de Inés de esta misma novela ya me hizo tomar nota, cosa que tú me confirmas.
    Besos

    ResponderEliminar
  5. Ya he visto en varias reseñas que esta novela está gustando bastante, pero sigue sin atraerme como para ponerme con ella pronto. La dejo pasar por ahora.
    ¡Besos!

    ResponderEliminar
  6. Parece una lectura interesante y aunque he leído del género me temo que no es algo habitual en mí.

    Besos =)

    ResponderEliminar
  7. A mi también me ha gustado mucho tanto la novela como sus peculiares personajes. Sin duda, Mejías es un crack
    Yo la reseñaré el martes, al límite del mes temático jajaja
    Besos

    ResponderEliminar
  8. Estoy viendo estos días muy buenas opiniones de este libro. Así que me lo subrayo, que ya lo tenía apuntado.
    Besotes!!!

    ResponderEliminar
  9. Ya me había convencido Inés, así que la tuya se suma para darle fuerza
    Besos

    ResponderEliminar
  10. Otra reseña que leo de la novela y más ganas me entran de leer la novela :)

    ResponderEliminar
  11. A mí no me llama mucho. Aunque por lo que veo está bien.

    ResponderEliminar